
La causa de Dark Star Group explicada por sus protagonistas.
En 2007 se realizó lo que se comprobó fue una denuncia falsa en la que acusaba de espionaje a la empresa Dark Star Group con el objetivo de utilizar fondos reservados y escuchas telefónicas para beneficio de un sector de la ex SIDE, encabezado en ese entonces por Jaime Stiusso, y de extorsionar periodistas, jueces y empresarios utilizando la información privilegiada que era interceptaba. Para eso el mencionado funcionario se valió de su amistad con el juez Sergio Torres, quien lo autorizó a realizar más de 700 escuchas no relacionadas con la denuncia inicial desestimada en 2014, de la que sólo quedo el nombre de la causa en la prensa. Gracias a la intervención del fiscal Delgado, esta maniobra ilícita y de violación de privacidad de las personas quedo expuesta públicamente y contribuyó junto a otras situaciones a que Stiuso abandone la SIDE luego de más de 30 años de trabajar en ella. La magnitud de la corrupción institucional expuesta en estas maniobras sumada a las sospechas por la muerte del fiscal Nisman, generó la disolución de la SIDE.
BUENOS AIRES, ARGENTINA
El grupo internacional Dark Star abrió sus oficinas en Buenos Aires en 2007, siendo la primera compañía de seguridad radicada en Argentina con oficinas centrales en Londres e inscripta en la Cámara de Comercio Británica (entre otras) realizando actividades de gerenciamiento y asesoría de seguridad a empresas privadas. Esto sirvió de excusa al ex Director de Contrainteligencia de la SIDE, Jaime Stiuso, para que ordenara una investigación con fines de utilizar la falsa causa de espionaje como pantalla de actividades no autorizadas que realizó en la ex SIDE como persecuciones, extorsiones y venta de información privilegiada. Para armar la causa se inventó un vínculo entre el servicio de inteligencia MI6 británico a través de la embajada británica en Argentina, con la empresa y su Director de Operaciones, Ignacio Perez Rovere, concluyendo en forma poco creíble que el MI6 habría abierto una sucursal bajo la pantalla de una empresa británica de seguridad. Este hecho fue desestimado en la causa en instancia judicial y la causa fue cerrada. Quien conoce de actividades de espionaje sabe que las mismas no solo disfrazan su origen, sino que es virtualmente imposible que un servicio de inteligencia extranjero abra una sucursal local sin siquiera disfrazar el origen o el tipo de actividad, y encima hacerlo oficialmente a través de la embajada.
Stiuso ni siquiera cubrió las formas de la investigación del vínculo inicial inventado que solo escuchó los teléfonos del agregado comercial británico (a lo que se agrega el riesgo de un grave incidente diplomático) y del presidente de la empresa y sus emails corporativos, como si en una actividad de espionaje se fueran a utilizar esos medios para comunicarse. Más allá de estos dos teléfonos, Stiuso intervino más de 700 teléfonos ilegalmente, que no tenían relación con la empresa o la causa, habiendo una lista de periodistas, fiscales, jueces, empresarios y políticos cuya intimidad fue violada sistemáticamente durante muchos años que ni siquiera se conocían entre sí. La razón de la impunidad de ésta actividad fue que nunca se pensó que esta maniobra delictiva iba a salir a la luz. La información espiada fue utilizada para extorsiones y venta de información privilegiada.
Lo que pasó entre el inicio de la causa Dark Star y diciembre de 2014, cuando el fiscal Delgado descubrió la maniobra, es conocido e incluso aún hoy hay noticias en los diarios referidas a las citaciones que las escuchas generadas en dicha investigación fraudulenta se están produciendo. Llama la atención que el juez Torres no sea el primer indagado sobre por qué participo de semejante armado. Seguramente la justicia a futuro concluirá sobre quienes realmente tienen que responder sobre lo actuado.
El descubrimiento de la maniobra de Stiuso generó un revuelo sin precedentes, no por el origen de la causa, sino porque en las primeras transcripciones filtradas a la prensa aparecieron muchas conversaciones comprometedoras entre gente de un nivel muy alto de exposición. Para sembrar el desconcierto en vísperas de la publicación de las primeras filtraciones, fuentes de inteligencia que respondían al enemigo de Stiuso, Fernando Pocino, filtraron información falsa al legislador Vera, quien engañado por las mismas según manifestara posteriormente a gente allegada a la empresa Dark Star Group, realizó una denuncia y una marcha en la embajada Británica y en un domicilio equivocado en lo que pensó eran las oficinas de la empresa el 2 de abril de 2015. Su denuncia decía que la empresa estaba asociada con Stiuso para realizar inteligencia británica, repartiendo fotocopias con la cara de Stiuso y una bandera británica de fondo. El mismo Vera reconoció posteriormente que lo habían engañado y la fundación La Alameda quedó en una situación incómoda habiendo confundido los hechos por no chequear sus fuentes. Esto muestra la manipulación de prensa que personajes conocidos como “fuentes” hacen cuando necesitan desviar la atención. Es deseable un gesto de madurez y crecimiento por parte de los periodistas y funcionarios en catalogar a sus fuentes y chequear la información, dejando de ser (algunos de ellos) vehículos para campañas de prensa. Es en ese sentido destacable la actitud de reconocimiento del error del legislador Vera, quien tras descubrir la verdad demostró seriedad y honestidad quitando la noticia de su página web.
Desde el punto de vista institucional, el servicio de inteligencia que tuvo Argentina por muchos años, solo sirvió para persecuciones políticas, pero nunca pudieron aportar información para prevenir atentados, homicidios, o el crecimiento del crimen organizado. Los informes de la ex SIDE presentados a políticos eran armados muchas veces con información falsa, destinados a obtener recursos económicos reservados de casi nulo contralor. Mención especial merece la justicia, que ha contado en sus filas de funcionarios que han lucrado con la venta de información privilegiada y la resolución de sentencias en favor de intereses económicos o delictivos.
En conclusión, es evidente que muchos miembros de la justicia están mostrando signos de madurez y honestidad. Es deseable que el Señor Stiuso aclare públicamente en algún momento que el móvil de inicio de la causa Dark Star fue falso. A la fecha de publicación de la presente nota, los pedidos de la empresa de reunión al abogado de Stiuso Santiago Blanco Bermúdez, han sido desoídos.
Para más información sobre el artículo, la empresa pone a disposición la dirección info@darkstargroup.org.
Dark Star Group
Dark Star Group es una consultora de defensa y seguridad especializada en manejo de crisis, control de riesgos y capacitación. Sus miembros son profesionales internacionales certificados de seguridad con amplia experiencia en el manejo de situaciones complejas preparados para atender en forma customizada a sus clientes. El Grupo posee una amplia y selecta cartera de clientes a los que asesora en seguridad desde hace más de diez años, en diversos países del mundo.